sábado, 4 de junio de 2011

Guisantes de lágrima: cronica de una plantacion destinada al fracaso.

Mi amigo Santas o Caños como le conocemos en el foro de infojardin me obsequió con unos 50gs de semillas de guisantes de lágrima, me los envió por correo.
Estas son mis primeras semillas conseguidas.

No tuve ocasión de recogerlos en el momento óptimo y no me quedó otra que dejarlos madurar como si de guisantes normales se tratara.
Este es el proceso.
Los sembré en tierra directa en un bancal poco soleado de mi huerta y los intenté cuidar como lo que dicen que son "oro en paño" El bancal contenía sustrato de la ultima cosecha de cebollas. No les puse ningún abono especial, los sembré a voleo.
A los 15 días y con el comienzo de las lluvias comenzaron a brotar las pequeñas matitas junto a hierbajos adyacentes.
Como los sembré a voleo resultaba complicado ponerle un tutor a cada mata así que decidí dejarlos crecer a su albedrío con la idea de poner al rededor de toda la plantación alambres que los sujetaran desde la base y los rodearan desde el exterior.
Cuando no tenían mas de 10 ctm de altura le dije a Kim que eliminara a mano las malas hierbas que los rodeaban, la tierra estaba bastante húmeda y se arrancaban con facilidad. Pasados unos minutos fui a ver que tal le iba a kim con este trabajo. Casi lloro de la impotencia cuando vi lo que estaba haciendo, junto con las malas hierbas también estaba eliminando los pequeños brotes de guisantes. Puedo considerar que estuve de suerte porque de todas los que había aún quedaban por eliminar unas  cinco matitas.
Durante una semana poco mas o menos no pude ir a la huerta así que cuando llegué las plantitas estaban bastante desarrolladas y con alguna flor. Observé con pesar que el viento las había azotado lo suficiente como para dejarlos practicamente destrozados, aun así algunas matas salieron adelante, sin embargo estaban complicados de sujetar para poder salvarlas del viento asi que puse como pude ramas secas de almendro para que los zarcillos se fueran sujetando a ellas y así conseguí que fueran ascendiendo lentamente. A las pocas matas que quedaban les puse un entutorado provisional a base de cuerda de bramante, Un poco mas tarde subí el nivel de estas cuerdas, los pequeñas vainas empezaban a vislumbrarse ya y las semillas se podían ver al trasluz.
Pensé en recogerlas tal cual estaban pero me parecían demasiados pequeñas todavía así que las dejé crecer un poco mas.
A la siguiente semana el guisante ya estaba formado y listo para consumir. Se trataba de  vainas mucho mas pequeñas que las normales. El fruto interior ofrecía una apariencia parecida a un guisante normal sin embargo estaba durisimo y con el sabor menos dulce que los guisantes tiernos normales.
Mi decepción llegó al máximo y hasta estuve a punto de arrancar todas las matas, si no lo hice fue por falta de tiempo, así que allí se quedaron hasta la siguiente semana.

Otra decepción ocurrió cuando los vi de nuevo, se estaban llenando de oídio, ese polvo blanco odioso que suele atacar a los calabacines y  las hortalizas.
Les puse un tratamiento en fumigacion de Stop oídio. A la siguiente semana la parte de abajo de la mata que estuvo atacada por el hongo se secó pero habían brotado nuevas ramas con flor daba toda la apariencia de que se salvarían y lucían  preciosas y con mucha fuerza.
Una nueva visita a la huerta poco mas o menos una semana y las flores de los nuevos brotes se habían convertido en vainas, pero vainas ya lo suficientemente desarrolladas como para no permitirme el placer de saborear los preciados guisantes en el punto justo de maduración, estaban duros.
En la próxima primavera los sembraré en la Hearbox de mi terraza, allí los podré controlar día a día sin perjuicio de que se hagan demasiado grandes y duros como los que aparecen en la foto.

Las matas siguen aun en su sitio, por esta zona  el día de hoy amaneció nublado y lluvioso y no podré acercarme a ver si ha brotado algún nuevo guisante, me hubiera gustado conocer de primera mano si en verdad estos guisantes lágrima son tan exquisitos como para pagar el desorbitante precio de 200 euros el kilo.

El día 12 de junio arranqué todas las matas. Por abajo se habían muerto las ramas que tuvieron oídio y los ápices  lucían verdes y con alguna flor a punto de convertirse en guisante. Las vainas ya maduras que quedaban por recoger las deseché, desconozco si el oídio que tuvieron se queda en la semilla, así que por precaución...... fueron al montón de restos para quemar.  
 

1 comentario:

Verde y Cordial dijo...

Estamos haciendo pruebas para publicar comentarios, ya que en unos blogs no tenemos problemas, pero en otros nos es imposible o solo lo podemos publicar como anónimos…
Saludos;
Verde y Cordial
http://verdecordial.blogspot.com/