Nada mas trasplantarlas se llenaron de caracoles pequeñitos que se fueron comiendo la mata a toda máquina. Varios días después comenzó el calor y las matas de tomate continuaron su ritmo hasta llegar al estado que se ve en la foto. Los caracoles ahora apenas les causan daños asi que ni los hemos tratado.
Una parte de la broza que cubre el sustrato las sacamos de los restos que quedaron después de trabajar un poco el terreno, otras se quedaron enterradas en el caballón junto a grandes cantidades de estiércol de oveja, gallina y conejo.
Aparentemente la tierra superior parece seca y pobre pero no lo es de lo contrario no hubieran rebrotado ramas auxiliares desde el interior ni hubiéramos podido clavar a mas de metro y medio las cañas tutoras.
El miércoles día 30 las fumigamos todas contra la tuta con Stop1 y hoy por la tarde le pondremos el stop2.
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